Hola queridos bloggeros, quedan 21 días antes de los exámenes. Comienza nuestro estudio al límite. Hoy para abrir este proyecto, que esperamos que nos motive aún menos para estudiar, tenemos: roscón de reyes recién hecho. Yo, que andaba por aquí con Psicopatología (besis, psicopato, te loveamos), me propuse tras un duro día de trabajo (subrayar es una cosa MUY importante en la técnica del buen estudiante remolón) hacer un descanso para comer un poquito de roscón. En esto que son ya las 18:14 y no me acuerdo de nada de lo que he estudiado. ¡Vaya vaya, señores! ¡Cómo os digo! Siento, daros la noticia de que NO, y NO, es el alcohol el causante de perder neuronas y su consecuente pérdida de información para los exámenes. Es... el roscón de reyes. Sí, amigos y amigas. Lo siento, de verdad. Tras un importante estudio científico en el cual, yo, Eva Fraile Rodríguez, ingería cantidades de roscón de reyes, y confirmaba mi hipótesis de que al final del día no me sabría nada de psicopatología, he descubierto los efectos desastrosos de este inocente dulce.
Asi que ya sabéis, mis pequeños psicosincrónicos. El primer capítulo de nuestro manual es muy sencillo:
El roscón de reyes borra información pre-exámenes.
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